Algunos atributos sustentables fomentan el cuidado del medioambiente y como consecuencia, logran un ahorro en las cuentas básicas del edificio. Se trata del uso de paneles fotovoltaicos y un innovador sistema de tratamiento de aguas grises.
La crisis hídrica mundial es un hecho y las consecuencias del cambio climático cada día son más visibles. Frente a esta realidad, las inmobiliarias están implementando herramientas que pretenden, por un lado, avanzar en un modelo ecológico que ayuda a mitigar los impactos medioambientales de sus proyectos y, por otro, crear soluciones para la reducción del consumo energético e hídrico de la comunidad.
Algunos ejemplos son desarrollar edificios residenciales bajo una mirada sostenible con el uso de distintas tecnologías que permitan, por ejemplo, generar electricidad a través de paneles fotovoltaicos para abastecer espacios comunes, o bien la reutilización de aguas grises para el riego de áreas verdes.
Estas iniciativas medioambientales, traen como consecuencia una reducción en los costos de operación y mantención del edificio y, por consiguiente, un ahorro en las cuentas básicas de estos. Por ejemplo, el uso de paneles fotovoltaicos podría generar un ahorro de hasta un 25% en el costo energético.
Con el sistema de reutilización de aguas grises, en tanto, se podría producir un ahorro permanente en la cuenta básica del agua del inmueble.
Además, se obtienen otros beneficios como independencia de la red de agua potable para riego y la posibilidad de contar con mayores zonas de áreas verdes ya que, de no contar con este sistema, resultaría más difícil mantener este sector, producto del alto costo del agua.
Se ha detectado que la incorporación de soluciones sustentables en los edificios es altamente valorada por la comunidad, más aún si se ve algún beneficio económico directo.
A estas iniciativas se suma el revestimiento de la fachada con cristales de baja incidencia solar, que favorece la aislación del calor y el frío haciendo más eficaz el uso de la electricidad.
Los edificios pueden optar por la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), al cumplir con los altos estándares de sustentabilidad y buenas prácticas en desempeño ambiental y energético, cumpliendo así con las exigencias regulatorias que establece el mercado.
Fuente: El Mostrador